Es una afección dermatológica. Se origina normalmente durante la pubertad debido a un exceso de secreción sebácea. En algunas ocasiones, esta dolencia cutánea se puede prolongar hasta los 30 o 40 años.
Se produce cuando se verifica un elevado nivel de hormonas andrógenas (testosterona) y un exceso de secreción sebácea bloquea los poros de la piel, los cuales se inflaman e infectan.